El parkour representa libertad.


Mi libertad.

Miro hacia arriba, las paredes alcanzan una altura de casi cuatro metros, cubren el sol, pero todavía veo nubes que surcan los cielos, y allí encuentro libertad, allí donde los demás ven una prisión de muros impenetrables, allí donde yo encuentro juego, allí donde marco mi propio camino. No conseguí el toque del parkour de un día para otro, el día de mi primer entrenamiento fue algo obscuro, ni siquiera se acerco a lo bueno, solo me veía allí contemplando a los demás, me resultaba imposible siquiera soñar con hacer algo que los demás hacían, miraba con asombro y al mismo tiempo con un aire de decepción, "Es tan fácil, solo tienes que hacer esto", claro, mis oídos escuchaban... pero mi cuerpo no. 

Recuerdo lo difícil que fue completar un Monkey, no podía ni siquiera coordinar mis pies para hacer algo coherente, y al contrario de lo que dicen la mayoría, esos primeros días no fueron reveladores para mi, mas bien me abrieron los ojos a lo limitado que vivía. Tanto tiempo pensando en banalidades, cuando realmente nunca me preocupe por cosas importantes, antes de darme cuenta de mis limitaciones no estaba consciente de nada, solo caminaba por allí, escuchaba lo que se me ofrecía, seguía el camino de la masa y no el mio propio. Fueron meses y meses de sufrimiento, realmente no aprendía de una manera rápida, mis compañeros que estuvieron junto a mi se desarrollaban cada día mas de una manera impresionante, y mientras, yo miraba al suelo por no poder hacer lo que los demás, sentía tanto miedo de caer, y en mi mente se formaba un remolino de dudas que después se convertían en decepciones. 

Habían pasado ya muchos meses, el miedo, sin darme cuenta, comenzaba a desvanecerse de una manera tan lenta que fue imperceptible para mi, ahora caminaba erguido, mis pies obedecían mis ordenes, y yo tan ciego no veía el cambio que estaba surgiendo en mi. La vida no es aquello que tu esperas, si no mas bien aquello que surge de lo que nunca esperaste, y como bien dice esa frase, yo nunca espere el cambio que descubrí en mi.

Fue en un entrenamiento cualquiera, fue en una acción cualquiera, me re descubrí y ocurrió como si se tratase de una epifanía, y nadie se percato de eso. Una precisión, movimiento extremadamente sencillo que no presume mucho de complicado, inhale y exhale, mi mente estaba fija en un blanco, ni era demasiado peligroso ni demasiado fácil, pero esta vez pude concentrarme con todo el vigor de la palabra, doble mis rodillas en un angulo de cuarenta y cinco grados como me explicaban los demás, y esta vez fue diferente, mis músculos se prepararon para la acción, y lo sentí, mi cuerpo se preparo y mis piernas se convirtieron en una catapulta que me lanzaron con una exactitud extrema a mi destino, tan perfecta. Mis compañeros estaban conmigo, y vieron claramente lo que hice, pero no hubo emoción, no sintieron lo mismo que yo sentí, no resultaba algo extraordinario ya que no había hecho nada peligroso ni tampoco nada emocionante, esto que sentí ocurrió dentro de mi cuerpo y de mi mente, me volví uno y por primera vez en mi vida tuve tan siquiera un poco de control en mi vida. Desde allí todo se volvió mas fácil, me conocía a mi y conocía mi ser, sabia en que punto podía encontrar lo que yo llamaba "mi limite", y sabia hasta donde podía explotar eso para convertirlo en meta cumplida. Cuando te conoces a ti mismo, conoces al mundo, y mucho de eso es cierto, Monkeys, precisiones, un Wall Run, un Cong, caminar, correr, caer, hablar, pensar, todo esto se vuelve a aprender, pero ahora eres libre, y caminas siendo libre, y corres siendo libre, y caes, pero ahora sabes como caer. 

Por: Juan Francisco Verdugo.




¿Te gusto nuestro contenido?, ayúdanos a difundir este blog pulsando en la barra de redes sociales que esta abajo ((: gracias por pasar por éste que es nuestro Blog.
thumbnail
Sobre el autor

Entrene Parkour cinco años, pertenecí al grupo Guerreros del asfalto, que luego cambio de nombre a visión urbana. Me encanta enseñar y ayudar. Nací en Culiacán, México y el amor por el Parkour me ha enseñado muchas cosas que nunca olvidare. El Parkour se lleva dentro como bien sabes tú, practicante. Se lleva dentro del corazón y del alma, y escribiendo sobre este tema mantengo la llama que en mi todavía no se apaga, una llama que seguirá allí aunque no practique con tanta frecuencia.

0 comentarios