Abrir los ojos por la mañana, suspirar y comenzar con la
rutina a la que estamos acostumbrados. Las presiones, las risas, la felicidad
de distraerse, caminar, seguir, continuar con lo que tenias que hacer sin…
dejar de pensar en el Parkour. Solo esperar aquel momento para comenzar a
calentar, lubricar tus articulaciones, hacer cardio, estirar y todo eso para
comenzar con nuestro entrenamiento... y seguir con aquel movimiento que quedo
pendiente la vez pasada, intentar de nuevo aquel obstáculo que no quedo
pendiente. Enfrentarnos a nuestros miedos, sonreír, volar y reír junto a tus
amigos... y todo eso… para superarnos, para vivir… para
trazar.
Sobre el autor
Entrene Parkour cinco años, pertenecí al grupo Guerreros del asfalto, que luego cambio de nombre a visión urbana. Me encanta enseñar y ayudar. Nací en Culiacán, México y el amor por el Parkour me ha enseñado muchas cosas que nunca olvidare. El Parkour se lleva dentro como bien sabes tú, practicante. Se lleva dentro del corazón y del alma, y escribiendo sobre este tema mantengo la llama que en mi todavía no se apaga, una llama que seguirá allí aunque no practique con tanta frecuencia.
Abrir los ojos por la mañana, suspirar y comenzar con la
rutina a la que estamos acostumbrados. Las presiones, las risas, la felicidad
de distraerse, caminar, seguir, continuar con lo que tenias que hacer sin…
dejar de pensar en el Parkour. Solo esperar aquel momento para comenzar a
calentar, lubricar tus articulaciones, hacer cardio, estirar y todo eso para
comenzar con nuestro entrenamiento... y seguir con aquel movimiento que quedo
pendiente la vez pasada, intentar de nuevo aquel obstáculo que no quedo
pendiente. Enfrentarnos a nuestros miedos, sonreír, volar y reír junto a tus
amigos... y todo eso… para superarnos, para vivir… para trazar. 
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