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En este blog he
mostrado una idea general de lo que es mi pensamiento hacia el Parkour. En el
blog he plasmado la filosofía del Parkour, el ser y durar, el apoyo a nuestros compañero, difundir y practicar el
respeto. Aquí se han escrito críticas y pensamientos que tienen como meta lograr
y motivar un buen Parkour en los traceurs y en los novatos, pero así como el
soccer ha perdido aquel significado de diversión y entretenimiento entre amigos
y se ha convertido en sinónimo de competencia y lucro, el Parkour en mi ciudad
ha tomado una forma diferente a la que había estado viendo en mis días de
entrenamiento.
Como entrenador y
compañero que fui de cada uno de los traceurs que hoy me acompañan, el amor
hacia mis amigos es algo que
identificaba el practicar Parkour. Superarse junto a los demás, romper miedos,
superar barreras, cumplir metas, ser mejor, ser sano, responsable y siempre anhelar
ser un artista o lo que es lo mismo; ser un traceurs, estas son motivaciones
que hace aproximadamente poco reinaba en la comunidad de Parkour en mi ciudad.
Ahora echo un vistazo de nuevo a mis antiguos compañeros y el ambiente ha cambiado,
el libertinaje reina, no veo aquel arquetipo de traceur, y me pregunto “¿y el Parkour?”, la respuesta que se me
da es triste, solo veo a aquellos traceurs que un día fueron mis compañeros, su
experiencia los aleja a entrenamientos individuales y la falta de apoyo los
enmarca en una ciudad con las puertas cerradas.
Solo uno, solo dos o tres
son las personas que entienden el significado de ser traceur en la ciudad, no
he visto más, no he visto menos. Tal vez sea que la distancia que me alejo de
la comunidad me haya transformado en alguien desconectado, puede que esa sea la
respuesta, pero encuentro concordancia de opinión en los verdaderos traceurs, a
algunos ya ni les importa, perdieron la esperanza.
¿Qué pasa con la nueva
comunidad de Parkour?, ¿es que ya no entienden la filosofía que motivaba al
traceur?, y me sentí tan triste, decepcionado de mí mismo por no haber estado
allí y hacer algo para evitar que la decadencia sucediera, que triste me sentí,
que triste me retire sabiendo que podíamos haber cambiado esto… no encontré respeto
ni tolerancia en aquel entrenamiento, no encontré unión, no encontré traceurs,
no encontré Parkour.
¿Cómo podemos cambiar
esto? La educación. El Parkour no es solamente el realizar los movimientos, no
es solamente ser mejores haciendo un Wall run, un speed o una rodada, el Parkour
trae en si una filosofía de ser y durar y
aprender de esa filosofía es una responsabilidad que el practicante tiene que
aprender, si esa filosofía se olvida con que motivo me negaría a que un oficial
nos eche de un parque público, con que pretexto impediríamos que nos lleven a barandillas
por ensuciar una pared con nuestro Wall run, con qué motivo si nuestro grupo
tiene una completa imagen de vándalos, de “cholos”, fumamos en los
entrenamientos, no nos quitamos los piercing que inundan nuestras caras, no
usamos nuestra ropa deportiva y muchas otras cosas más que nos vuelven… sucios
a los demás. Y muchas veces me indignaba, ya que siempre mantuve buenas
calificaciones, fui y soy un hijo ejemplar, no me drogo, no fumo, no tomo, me mantenía
en forma con el Parkour y una lista grande de deportes y por eso aunque me
gritaran cosas en la calle era un ciudadano ejemplar, ahora la falta de filosofía
del Parkour, de responsabilidad y respeto no está en el público en general, en
los oficiales, está en la misma comunidad de Parkour.
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