Cuentas con millones de posibilidades cuando te entregas al parkour, tu mente y tu cuerpo son libres, y de la libertad viene el poder y la responsabilidad. Quiero que imagines que un día por asar del destino, la vida te quite las alas de la libertad, no importa que sea por un día, una semana o un mes, esa sensación de volar, de que no existen barreras, esa sensación de poder hacerlo todo, ya no esta, se va y desaparece, "tienes que estar en reposo", y lo se, pero dentro de mi la presión aumenta, y las ganas de salir a la calle a continuar siempre allí, y es insoportable. Son sesenta días de reposo, y tengo que soportarlo, pero no lo logro, la lesión en mi rodilla no me permite desplazarme con soltura, me lastima, me frena y no se porque continuo aquí, el tiempo había pasado, ¿sesenta días? ya han pasado noventa y sigo cojeando, pensaba que en sesenta días mi entrenamiento por completo se iría a la basura, tanto tiempo sin hacer nada, ese era mi pretexto para volver a la calle a hacer parkour, pero salir así fue un esfuerzo sin sentido, empeore, mi salud estaba decayendo y a todas partes ese dolor en la rodilla me seguía.

Tarde aproximadamente un año en superar el dolor, ese año estuve en un estado de pausa, no mejoraba, solamente era un espectador que no podía, pude descansar y guardar reposo, pero yo no me lo permitía, y me di cuenta que había cometido un error, un error que me había dejado atrás de los demás, abajo, mas haya de alguien que no tiene la capacidad de aprender, porque yo podía aprender, pero por necedad no me lo permitía. 

Dejar el parkour por tan siquiera un poco de tiempo para nosotros es difícil, pero no cometas el error que cometí cada día de ese año, fue un año para mi que no paso, en el que no estuve, en el que solo estaba el dolor y la vergüenza de no poder seguir, solo porque así yo lo quería.

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